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domingo, 29 de marzo de 2015

Enfadada

Soy plenamente consciente que hace como un año que no escribo ni una letra en una fuente pública, pero hoy ha ocurrido que he descubierto algo que, hasta el momento, no me había pasado: alguien ha decidido ser creativo y ha robado el nombre de mi blog.

Aunque ya imaginaba que ver tus creaciones con otro nombre debía ser una sensación poco grata, hasta el momento no pensé que estaba aportando a este mundo digital algo susceptible a ser copiado. Bueno, aunque me llena de orgullo saber que sí, que algo he hecho, me siento como si alguien hubiera suplantado mi identidad y estuviera intentando violarla con un fondo negro y letras en blanco y rojo (qué-poca-originalidad. De verdad). ¿Tan poca clase merece este título?

Cuando se me ocurrió el nombre estaba pensando en un espacio verde, lleno de sonrisas de perezosos y letras. ¿Dónde ha quedado eso?

Estoy buscando el buen gusto en su Tumblr. Necesitaré un buen rato.

Le he hecho feedback sobre lo que me parece su falta de gusto (y no he puesto mi correo electrónico real porque he pensado que a lo mejor el nombre le gustaba mucho y lo usaba para un blog). Es una pena que no haya hecho una impresión de pantalla o, simplemente, haya copiado el mensaje para dejarlo aquí como testimonio. De todos modos, esa persona me conoce. Tenemos demasiados amigos en común para que apareciera de manera espontánea aquí y decidiera, de manera anónima y sin ligaduras, plagiarse. 

Así que para todos aquellos que lean esto y deseen echarme una mano, me gustaría preguntarles cómo puedo hacer para denunciar esa copia y si existe alguna posibilidad de obligarle a cambiarlo. También, para quien se haya estudiado un poco Creative Commons, ¿cómo funciona? 

En vez de Enfadada, este post debería llamarse Arrebatos de mala hostia española. Pero dicen que insultar en público no es de buena educación, y yo ante todo soy una señorita.