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sábado, 20 de julio de 2013

Dragón

La palabra griega Drakon significa serpiente, pero deriva de otra palabra griega, Drakein, que significa «mirada, ojeada, resplandor, destello». Por lo tanto, el griego Drakon nos sugiere «mirar ferozmente» y la idea de un vigilante o feroz guardián. De forma parecida, el sánscrito Darc implica «criatura que te contempla con mirada mortífera».

En griego y en sánscrito, las palabras para esta serpiente monstruosa nos transmiten la idea de un Vigilante de Mirada Mortífera, que es a la vez el guardián de un tesoro o de un lugar sagrado. También sugiere una criatura con la capacidad de tener visiones proféticas, capaz de «ver» en el sentido de estar en posesión de antiguos conocimientos arcanos.

En la Grecia Antigua, los dragones vigilaban tesoros como el Vellocino de Oro, pero más a menudo montaban guardia en torno a cuevas o pozos sagrados o de naturaleza profética. El más famoso era el Dragón del Oráculo de Delfos que mató el dios solar Apolo con su flecha. A partir de entonces, yació en lo más profundo de la tierra, pero los vapores de su aliento seguían surgiendo de una griega y provocaba en las sacerdotisas un trance que les permitía profetizar el futuro.

Como profesor anglosajón, J. R. R. Tolkien era un entendido en el Beowulf y reconoció que «Beowulf fue una de mis fuentes más valiosas» para la historia de El hobbit. Las dos historias no guardan parecidos muy evidentes; sin embargo, hay marcados paralelismos en la estructura de la trama de los episodios del Dragón en Beowulf y El Hobbit.

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DRAGONES Y GUSANOS (worms)
En la literatura inglesa y escandinava —y en casi toda la mitología europea — Dragón y Gusano se usan indistintamente para describir al mismo monstruo. Sin embargo, la palabra worm (gusano) tiene un significado raíz muy distinto, relacionado con las características atribuidas a las serpientes y los ofidios.

Las serpientes son también criaturas reptantes, y en la mayoría de idiomas modernos del norte de Europa esta palabra también se ve relacionada con la palabra worm y sus variantes: wurm es serpiente en alemán; worm es serpiente en holandés; y orm significa serpiente tanto en danés como en sueco.

En inglés, sin embargo, tenemos dos palabras para serpiente, snake y serpent, con distintos significados raíz, que dan nuevas dimensiones a nuestro monstruo compuesto.

Snake proviene del alemán protohistórico: snag (reptar).
Serpent procede del latín: serpere (reptar, arrastrarse).

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Todo esto lo he extraído de El Hobbit, Etimología de una historia, un libro interesantísimo que me regaló mi madre hace un par de semanas, del capítulo XVI, El nombre del dragón. Altamente recomendable.


1 comentario:

  1. A ver si actualizas el blog maldita! que aunque no te comente gente seguro que te siguen! xD.

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